miércoles, noviembre 14, 2007

Pop Corn (Palomitas o Rosetas de Maíz; de acuerdo a si son Región 4 o Región 2)

Como de costumbre, tras pagar mi boleto y comprar el consabido combo de palomitas con refresco y hotdog (ahora comienzo a comprender esa panza de sapo chelero que me cargo) me dirigía a la sala asignada y busqué, una vez dentro de ella, un lugar en la antepenúltima fila de asientos, lo más céntrico posible en referencia a la pantalla.

No habíamos muchos en la sala... de hecho sólo estábamos 6 personas en todo el lugar. La cortina mecánica que desnudaba a una brillante y satinada pantalla me hizo recordar aquellos viejos cines majestuosos de mi infancia.

Algunos de ellos, quizá los más populares, con sus programas dobles en plan de permanencia voluntaria. Cines como el "Cosmos", el "Ópera", el "Rosas Priego", "el Dorado 70", los "televicines Palacio Chino", el "Vallejo 2000", el localísimo "San Carlo" o el cine-teatro del pueblo "Elvira Lecona", fueron los templos de la caída de baba de un chiquillo que ni siquiera pestañeaba cuando miraba todas aquellas fantásticas imágenes proyectadas en la pantalla ancha. Recuerdo muchos más... pero quizá el más entrañable para mí fue aquél al que fui por primera vez solo, en los albores de mi adolescencia, y que disfruté hasta casi finales de la década de los 90's, cuando cayó el último de los colosos de la cinematoproyección chilanga: el "Cine Apolo Satélite".

Siguiendo con lo de la cortina, el San Carlo y el Ópera tenían la cualidad de tener dos estatuas de mujeres que simulaban recoger la cortina que cubría a la pantalla. Era cuestión de estar atento para ver si aquellas dos movían los brazos para tal titánica tarea (recuerden yo sólo era un puberto). El cine Ópera, además, tenía dos pisos de butacas. La pantalla en verdad era grande. Y además se especializaba en películas de corte familiar, en especial aquellas surgidas de las entrañas de la casa Disney y Touchstone films.

El cine Apolo Satélite era lo más adelantado en estrenos de temporada y de tecnología. Recuerdo haberme emocionado ahí con míticas producciones como Flash Gordon, Batman (la primera de Tim Burton), Dangerous Liasions, entre otras...

En el verano de 1988 me tocó ser partícipe de la experiencia de ver ahí Rattle and Hum con el recién estrenado sistema THX. Simplemente impresionante. Bono y los muchachos parecían estar ahí especialmente para la multitud de chamacos caguengues que hacíamos una larga cola con horas de espera y demás para poder disfrutar de sus interpretaciones en pantalla. Lo mejor d etodo fue para la segunda parte de la cinta en la que ya todo es a color y los acordes de "When the streets have no name" te enchinaban la piel mientras te transportabas al lugar del concieto. Hubo quienes en un desplante espontáneo de creatividad comenzaron a sacar los encendedores en plena sala de cine a la par del público inmortalizado en la pantalla. Realmente un espectáculo genial.

Nada mal para cuando tienes 14 años...

Posteriormente... años más adelante, el mencionado sistema THX me daría una sorpresa más cuando al ver Godfather III, en la escena donde los capos de la mafia están reunidos en un banquete y de repente comienza a escucharse un ruidito raro. En la misma sala de cine, la gente se confundía y volteaban a mirar la parte trasera de la sala... porque el famoso ruidito era inquietante... fueron los 20 segundos más impactantes que he tenido al mirar una cinta en su exposición ideal. De repente... sale en pantalla un enorme helicóptero que echa cuenta de los mafiosos, hija de Michael Corleone incluída, si mal no recuerdo, y los que nos encontrábamos en la sala... quedamos totalmente azorados.

Más adelante... me tocó ver ahí mismo Waterworld con un Kevin Costner tritón y con un audio increíble... en las partes donde se encuentran la chica y la niña en la balsa del tal homo ictius, se podía escuchar levemente, y muy separado del audio de diálogos y música incidental, el oleaje del mar y las campanillas que se encontraban cerca de la planta de tomates del héroe. Quizá no haya sido una gran película... pero la experiencia ha sido inmejorable...

Finalmente... según recuerdo... cuando Lucas, padre del THX y de la saga de Star wars, decide lanzar al mercado su saga remasterizada con sonido THX y escenas nunca antes vistas y demás monerías... no creí que habría mejor lugar para disfrutar de tal despleigue de mercadotecnia más que... exactamente... el cine Apolo Satélite y su pantalla gigante con su sonido THX. Oh decepción... hasta el momento... los operadores de las salas de cine creen que tener un buen audio es sinónimo de hacerles explotar los tímpanos a la audiencia... y peor aún cuando se trata de un blockbuster comercial como la saga de Star Wars. En efecto, la cinta fue restaurada, parchada, mejorada... pero el audio mejorado con la infame tendencia de subirle al volúmen hasta dejar inconsciente al respetable, hizo de una experiencia que ofertaba demasiado, una cruel tortura auditiva de más de dos horas... Con ese espectacular sistema de sonido, no era necesario tal despliegue de estupidez... pero en fin...

El hecho es que tras hacer estas memorias, el estruendo del anuncio de la tienda de moda me llamó la atención y me hizo reflexionar acerca de que vivo en un país donde los cineastas se tienen que poner a hacer comerciales conceptuales con modelos anoréxicas y con modas espantosas para poder medio llevarla por esta viña del señor.

El arte al servicio de la publicidad (espero que no se me malinterprete, no me quejo de las maravillosas fuentes de trabajo que genera la publicidad, me quejo de que me las inoculen forzosamente a través de los ojos en el cine).

Lo que es peor, he venido al cine a pagar un boleto que me permitirá ver de menos unos 25 minutos de espantosos comerciales (lamentablemente, en muy pocas ocasiones me ponen anuncios publicitarios ingeniosos y dignos de mención) en su versión larga para cine... La experiencia en sí no sería mala de no ser porque de esos 25 minutos sólo 6 o 7 pertenecen a trailers de otras películas... bueno... tras el último intento descarado, de la empresa que dirige esta cadena de cines, por hacerme gastar más en su dulcería y aumentar un par de lonjas más a mi ya rubicundo puerquecito, por fin comienza la "peli" que vine a disfrutar.

Está a punto de comenzar lo verdaderamente bueno... (continuará en el siguiente post)

1 comentario:

La Rosy dijo...

Cuando salieron los primeros multicines yo sentía la pantalla muy chiquita, creo que se tardaron en volver a hacerlas grandes, no?

También iba al de vallejo y a los de satélite. Son los únicos que recuerdo :(

SALUDOS!

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