Su idea permeó el ambiente como un fantasma sin rostro. Inesperadamente, todos soltaron una lágrima por los camaradas caídos en desgracia. Desde el infinito cielo les descendió un suspiro de vida que los atrapó en una transmutación homogénea. Ahora regresaban a casa. Dejaron atrás a los escépticos mojando sus pantalones tras los matorrales.
Sensaciones en las entrañas
Hace 8 años.